En el marco del Foro de Cooperación entre China y la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), compartieron su deseo de colaborar en el desarrollo de nuevas tecnologías que apoyen al combate contra el SARS-COV-2 y la recuperación económica de ambos lugares después de ser afectadas por la pandemia.
El subsecretario de Industria, Comercio y Competitividad de la Secretaría de Economía de México, Ernesto Acevedo Fernández, y el viceministro del Ministerio de Industria y Tecnologías de la Información de la República Popular China, Wang Zhijun, encabezaron el evento.
Dentro de los temas que se abordaron en el Foro destacan el uso de la tecnología 4G y 5G, inteligencia artificial, Big Data, internet industrial, internet de las cosas, entre otras; así como su desarrollo y aplicación para la lucha contra la pandemia ocasionada por el COVID-19 y sus efectos productivos y económicos.
Uno de los ejes más importantes de la reunión fue el examen y análisis de las perspectivas de cooperación en el rubro de tecnologías digitales entre China y los países que conforman la CELAC.
La realización de este Foro forma parte del Plan de Trabajo 2021, el cual fue propuesto por México, para atender la necesidades y desafíos más urgentes en la región derivados de la pandemia, así como impulsar y promover la cooperación regional para la recuperación económica y estrategias sanitarias contra el virus.
La CELAC es el foro más representativo de la región, que reúne a los 33 países de América Latina y el Caribe, y propicia el diálogo político, concertación y cooperación para hacer frente a los desafíos que aquejan a la comunidad en su conjunto.
El Foro China-CELAC fue lanzado en el 2014, por el propio presidente chino, Xi Jinping, y su primera reunión ministerial de cancilleres se llevó a cabo en el 2015. El foro es uno de los componentes institucionales con el que China extiende a Latinoamérica su estrategia de vinculación global llamada “la franja económica de la ruta de la seda” o “la Franja y la Ruta”. Este proyecto se inspira en la antigua ruta que tendía lazos comerciales entre China y Europa, pero se amplía sumando más aspectos que los comerciales, especialmente en el ámbito cultural y político, y más regiones que las originales, incluyendo Latinoamérica.