El pasado 17 de mayo se celebró el Día Mundial del Internet, promovido por la Asociación de Usuarios de Internet e Internet Society.
Tiene organizándose este día desde octubre del año 2005, siendo en noviembre del mismo año cuando se designó el 17 de mayo como el Día Mundial del Internet, compartiendo fecha con el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, impulsada esta última por la propia ONU.
El Día Mundial del Internet propone dar a conocer los beneficios de las nuevas tecnologías, sus aplicaciones y la promoción de accesibilidad a través de la red.
En esta época de pandemia, hubo un gran avance en materia de salud, política, pero sobre todo, tecnológica. El mundo fue lanzado a una realidad en la cual se restringió el contacto interpersonal en 1er y 2do nivel, hechos tan básicos como la comunicación tuvieron que ser repensados, generarse un nuevo paradigma. Evolucionar o morir. Empresas, gobiernos, escuelas y ciudadanos tuvieron que acostumbrarse a un panorama en el cual podrían no haberse visto: el panorama tecnológico.
La contingencia sanitaria, provocada por el COVID-19, impulsó 10 años al futuro el hecho de habituarnos al uso de la tecnología. Esto considerando como muchas personas que, por falta de interés u oportunidad, estaban en el rezago tecnológico fueron obligadas a usar herramientas digitales y de internet para actividades tan habituales como hacer compras, trabajar, ir a la escuela o socializar.
El director de Innovación y Desarrollo Tecnológico de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación, de la UNAM, Guillermo Rodríguez Abitia, declaró que “debemos volvernos más alfabetizados en términos digitales para ser más proactivos”. Explica que en el 2000, el porcentaje de penetración de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s), era del 5.1%; para el 2010, del 31%, en el 2015, 57.4%; y a fecha actual vamos en más de 70%. Y se espera que en los próximos 2 años se tenga casi una cobertura total.
Aún con ese avance de 10 años, sigue existiendo una brecha digital, y ya no tanto por la disponibilidad o no de la herramienta, sino por las condiciones de uso. La mayoría de usuarios de Internet ingresan desde un smartphone, el cual puede estar limitado por la cantidad de datos disponibles por el operador; además un móvil no ofrece las mismas oportunidades y prestaciones que una computadora, por ejemplo, el rendimiento de un estudiando podría no ser el mismo si toma clases desde un celular, que desde un ordenador. Por lo tanto, en un futuro, ya no será el problema el acceso a las herramientas de internet o tecnológicas, sino las condiciones y uso de las mismas.