(CNNMoney) – La tecnología 5G será el alma de la nueva economía.
Los autos que se conducen solos, la realidad virtual, las ciudades inteligentes y los robots que trabajen en red: todos funcionarán con tecnología 5G muy pronto. El 5G promete abrir la puerta a nuevos procedimientos quirúrgicos, medios de transporte más seguros y comunicación instantánea para los servicios de emergencia y socorro.
Por eso, no resulta extraño que el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, esté considerando una empresa de servicio público de 5G financiada por el Estado.
Ahora, no hay ninguna razón para creer que eso sucederá. Un proyecto 5G financiado públicamente costaría miles de millones de dólares. Sería una nueva y gigante apuesta muy diferente a cualquier cosa que el gobierno haya asumido desde que envió hombres a la Luna.
Sin embargo, el 5G ya está en camino, independientemente de que el Gobierno lo respalde o no. Las principales compañías de Internet están muy avanzadas en el desarrollo de sus redes 5G, y las primeras empezarán a funcionar en los próximos años.
¿Una velocidad de transmisión de datos 1.000 veces mayor que la de la red LTE? Esto es lo que nos espera con el futuro estándar de la tecnología 5G de telefonía móvil. Esta quinta generación será la base tecnológica de los desarrollos del Internet de las Cosas, con vehículos automatizados, casas conectadas a las ciudades inteligentes... la tecnología 5G está llena de potencial.
Para empezar la tecnología 5G promete ser hasta 100 veces más rápida que los sistemas inalámbricos actuales. A pesar de que los dispositivos actuales no tienen la suficiente capacidad para soportarla, cabe destacar que esta tecnología no empezará a llegar hasta 2020, con Japón, Corea del Sur y América del Norte siendo probablemente los primeros en adoptar esta tecnología 5G.
Pero, ¿qué nos permitirán hacer las redes 5G?
Además de aumentar la velocidad, las redes 5G ofrecerán menor latencia, mayor fiabilidad, mejor conectividad desde más lugares; también una mayor capacidad, permitiendo que más usuarios y más dispositivos estén conectados al mismo tiempo. La infraestructura resultante hará que el IoT (internet of things -interne de las cosas-) sea escalable, con más de 20.800 millones de "cosas" -incluyendo edificios, automóviles, máquinas y electrodomésticos- que se espera que estén conectadas a la red para el momento en que 5G se estrene globalmente en 2020.
Con la red 5G podremos descargar una película en nuestro smartphone en menos de tres segundos; nuestro coche será capaz de detectar y navegar automáticamente salvando los obstáculos del camino; los médicos podrán realizar procedimientos quirúrgicos complejos utilizando robots de forma remota; las ciudades serán capaces de recopilar información en tiempo real omnipresente sobre el tráfico, el tiempo y la delincuencia...
Las redes 5G permitirán que los dispositivos se conecten entre sí directamente, con una comunicación más eficiente y por tanto con un menor gasto de energía de la batería.
Respecto a dispositivos para el Internet de las Cosas, por ejemplo, la velocidad y el rendimiento superiores de las redes 5G desbloquearán características muy solicitadas como los comandos de voz, el reconocimiento facial, el procesamiento de imágenes y vídeo en tiempo real e interfaces basadas en gestos.
Así las cosas, tal vez en 10 años los taxis robotizados formarán parte del escenario habitual de muchas calles de las grandes ciudades.
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